Alameda Apodaca
Esta avenida, utilizada para resguardarse de las tormentas, se encuentra en la muralla cercana a la bahía y ha sido uno de los lugares más concurridos de la ciudad desde el siglo XVII. A lo largo de la historia ha sufrido varias reformas, pero la que le dio su aspecto actual se llevó a cabo en 1926.
Sigue el gusto ecléctico del regionalismo y destaca la distribución de una variada sucesión de habitaciones, decoradas con cerámica sevillana y elementos de hierro forjado que no impiden aprovechar la vista al mar. Particularmente exitoso es el diseño y la disposición de las farolas en la balaustrada.
En una de las salas se encuentra el monumento al Marqués de Comillas, diseñado en 1919 por Antonio Parera y Saurina. El monumento está coronado por una viva victoria alada, que descansa sobre un alto pilar, cuya base está decorada con esculturas y relieves.