Historia
Los clásicos, sitúan la fundación de la ciudad en el 1100 a.C. por los fenicios, no obstante la ciencia histórica moderna la sitúa sobre el 800 a.C. época en que llegaron a la bahía los navegantes fenicios.
Las condiciones geográficas de la ciudad, y los aspectos más singulares de la cultura de sus fundadores marcarán para siempre la historia de ésta: GADIR (que significa recinto cerrado), se convertiría en base de las rutas comerciales del Mediterráneo y el Atlántico.
Con la decadencia de Tiro, metrópoli fenicia de la que dependía la ciudad, los ciudadanos de Gadir se pusieron bajo la protección de Cartago, nuevo dominador de los mares.
Desde el siglo V a.C. los cartagineses ejercieron su dominio sobre Gadir haciéndole jugar un importante papel en su red de factorías costeras, y en el desarrollo de las guerras púnicas entre Cartago y Roma.
El desarrollo de estos enfrentamientos bélicos por dominar el entorno mediterráneo determinó que los gaditanos se liberaran del dominio cartaginés firmando un pacto con Roma, y pasando a denominarse GADES, ciudad que llegó a convertirse en una de las ciudades más importantes de la provincia romana de la Hispania.
Hacia el siglo V, GADES cae en poder de los godos, y comienza una etapa de decadencia como consecuencia de la desvinculación de los pueblos visigodos con el mar y la navegación.
Con la conquista islámica de la península a partir del año 711, tras la derrota del rey godo Don Rodrigo en la batalla del Guadalete comienza la dominación musulmana, etapa de estancamiento para la ciudad en una sociedad de cultura nada marítima.
En la reconquista cristiana del sur de la península, el rey castellano Alfonso X el sabio conquista y repuebla Cádiz en 1262, y convierte el solar de la antigua mezquita árabe de la villa en el primer templo catedralicio.
Cádiz recibe el título de ciudad en 1265, y tras la muerte del Gran Marqués de Cádiz, Don Rodrigo Ponce de León, se incorpora a la corona de Castilla en 1493.
El siglo XVI fue el periodo del renacimiento de la ciudad, ya que su puerto se convirtió en la gran puerta comercial del tráfico con el recién descubierto Nuevo Mundo. Ya en 1717 con el traslado de la Casa de Contratación de Sevilla a Cádiz, debido principalmente a las dificultades de navegación en el Guadalquivir y las mejores condiciones para el comercio que los extranjeros encontraban, situaron a la ciudad en un lugar preferente para el comercio con el Nuevo Mundo.
Este florecimiento económico durante el siglo XVIII configuró el urbanismo de la ciudad, que aún persiste, y creó una burguesía comercial, práctica y culta, abierta al libre-cambio en lo económico, y a la monarquía constitucional en lo político.
En este ambiente propicio recibió Cádiz a los políticos que se refugiaron en la ciudad, sitiada por las tropas napoleónicas que dominaban España, para constituir las Cortes Generales y redactar en 1812 la primera Constitución Española, “La Pepa”.
La historia moderna de la ciudad está marcada por el desarrollo de la construcción naval, durante los años sesenta y setenta, llegándose a una notable dependencia de los astilleros de la ciudad, situación que se quiebra con la crisis del petróleo y los cambios del mercado mundial en la construcción de los grandes buques.
El progreso actual de la ciudad, pasa sin duda alguna por el desarrollo del turismo, la universidad y el sector servicios en general