Monumento a las Cortes
El derribo de las murallas de la zona del puerto, a principios del siglo XX, permitió la creación de este enorme espacio que consolidó su configuración en 1929, coincidiendo con la inauguración del Monumento conmemorativo de la Constitución de 1812. El entorno urbano, es compuesto por edificios que permiten identificar la evolución que experimentó la arquitectura civil gaditana durante el siglo XVIII, desde el conjunto barroco de las casas de las cuatro o cinco torres hasta el sobrio diseño académico del Palacio de la Diputación o del barrio de San Carlos .
Los diputados de las Cortes de Cádiz, conscientes de la importancia del documento que habían redactado, propusieron construir un monumento que perpetuara su memoria. Se tardó más de un siglo en poner en marcha la idea, y la ocasión surgió con motivo de la celebración del primer centenario de la Constitución. El proyecto elegido fue el de Modesto López Otero, con esculturas de Aniceto Marinas.
El monumento fue concebido como un gran hemiciclo, en el que se levanta un alto pilar en forma de obelisco en la zona central y todo su repertorio iconográfico fue concebido como un homenaje a la obra de las Cortes. En el centro del hemiciclo hay un trono con la insignia de la familia borbónica que simboliza la legitimidad de Fernando VII. Frente a esto, hay una tribuna que sirve de base al obelisco de la Constitución, identificada con la Justicia.
Las dos figuras ecuestres de bronce, que simbolizan la guerra y la paz, enmarcan el conjunto y a ambos lados del pilar central hay grupos escultóricos dedicados a los ciudadanos que marchan hacia la guerra y los frutos de la paz. En la zona posterior, el conjunto se completa con la figura de Hércules, representante de la ciudad de Cádiz, junto a otros elementos iconográficos e inscripciones que recuerdan a los diputados y la dimensión americana de la representación.
Monumento en espacio abierto se puede contemplar sin límite de horario.