Castillo de San Sebastián

Según la tradición clásica, el templo fenicio de Moloch / Kronos se encontraba en esta isla durante la Edad Antigua.

En esta pequeña isla se ubica el Castillo de San Sebastián, que tomó su nombre de una capilla construida en 1457 por la tripulación de un barco veneciano, que obtuvo permiso para detenerse en este lugar, para curar la peste que los tenía afectados. Los venecianos, para construir este templo, utilizaron los restos de un antiguo faro, sustituido en 1613 por una torre de vigilancia, que además de servir de guía a los marineros tenía funciones defensivas. El faro fue reconstruido en el siglo XVIII y en 1908 fue reemplazado por la estructura actual.

Para reforzar la defensa de este solar, en 1706 se construyó un castillo, al que se podía acceder desde los puentes levadizos que cubrían la cuneta perimetral. Un parapeto rodeaba la isla, a excepción de la zona sur, donde el acantilado se consideraba suficiente.

En 1860 este parapeto fue reemplazado por una fortificación más sustancial, equipada con casamatas en el interior; fue en este período que se construyó el actual muelle que conecta la isla con el centro histórico.

Actualmente, el Castillo de San Sebastián se utiliza como espacio expositivo en las casamatas internas y como lugar para la celebración de conciertos y otros eventos recreativos en el exterior.