La Bahía a un lado, el océano al otro, al fondo Cádiz, "salada claridad", y a mitad de camino, sólo, como un broche luminoso y albo, que une el azul del cielo con el mar, hay un edificio aislado, blanco de cal, andaluz por los cuatro costados... "El Chato". Se dice que la venta fue fundada por autorización de Conde O´Reilly, por Chano García, a quien apodaban "El Chato" por causa de su gran nariz.